En medio de un
pintoresco paisaje, encontramos esta hermosa cabaña de 1930, en un terreno algo
elevado, rodeada de verde, con hermosos senderos a través de las colinas,que invitan al descanso .
Tanto en su exterior
como en su interior se conservan materiales y elementos originales, chimenea,
horno a leña, ventanas.
La cocina esta comunicada
con sala de estar, creando un flujo de luz entre ambas. La luz natural entra por
las ventanas y las conecta.
Los gabinetes pintados de blanco, contrastan con la mesa y las sillas de madera natural, mientras que el color del empapelado, las ventanas y los techos blancos, marcan un fondo.
El horno a leña tiene un lugar privilegiado sobre la pared, que comparte con la chimenea.
Los gabinetes pintados de blanco, contrastan con la mesa y las sillas de madera natural, mientras que el color del empapelado, las ventanas y los techos blancos, marcan un fondo.
El horno a leña tiene un lugar privilegiado sobre la pared, que comparte con la chimenea.
Un ambiente luminoso, despojado y simple en su decoración, aireado y cálido, donde el piso de pino natural
junto al blanco remarca las líneas simples.
Las ventanas son como marcos, desde donde se puede apreciar el paisaje circundante.
Las ventanas son como marcos, desde donde se puede apreciar el paisaje circundante.
En los dormitorios también predomina
el blanco. Las ventanas son el nexo que permite disfrutar del entorno.
Fuente: stadshem.se
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