viernes, 6 de septiembre de 2013

CASA OKITU, GISBORNE NUEVA ZELANDA

Con espectaculares vistas sobre la bahía, situada sobre la colina la casa se deja caer hacia el mar.

En un  terreno con hierbas largas y duras, hamacadas por el viento, que acentúa las formas arquitectónicas, se desarrolló el partido arquitectónico en forma de T, bajando la colina, para contrarrestar los vientos fuertes. Una de las alas de la T, la inferior, tiene el dormitorio de los padres, la oficina y el estar; mientras que el ala perpendicular tiene los dormitorios de los chicos.

La casa se aferra a la tierra, y va bajando por la colina hasta llegar al borde. Desde las pasarelas que se extienden se siente el mar, convirtiéndose en una tribuna para su visualización.
 


Interiormente usando una paleta de colores mínimos se logra una mejor conexión con el paisaje exterior y se permite que la luz natural domine los espacios predominantemente blancos.
 


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