Una casa de vacaciones que los dueños
construyeron en el interior de la isla para toda la familia, apuntando a que se pueda
utilizar todo el año y que los hijos con su familia tuvieran su espacio bien
diferenciado.
Amplios espacios exteriores con una vista
espectacular de Mallorca al fondo. Se crean
muchos rincones de sol y sombra para comer o descansar al fresco. “La casa
respira un aire mediterráneo, se buscó un lenguaje arquitectónico que bien
pudiera encontrarse en la Toscana o la Provenza”.
Los gruesos muros con cámara de aire y
escaleras exteriores de piedra, conectan la casa con distintas zonas del jardín y la piscina. La vegetación, junto con las flores, van dando un marco a las distintas áreas exteriores.
En el interior de altos techos con vigas a la
vista se repite la secuencia de arcadas del porche. La decoración sobria y
confortable, gracias a los almohadones y flores en todos los ambientes, le aportan encanto y un toque alegre. Marcos y puertas en verde ingles, resaltan su forma y se destacan sobre los muros.
Artesanos y especialistas en construcción,
trajeron su tradición y materiales para crear una casa con una personalidad
única.
Fuente:
http://www.elmueble.com
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