No siempre una ambientación en
la que predomina el blanco y negro, da por resultado un ambiente con aire
masculino. El diseño de este monoambiente ubicado en Estocolmo, se basó en
combinar estos dos colores, pero sin embargo gracias a un conjunto de recursos
muy bien pensados, se logró darle un marcado acento femenino, transformándose
así en el departamento ideal para una mujer joven que prioriza el buen gusto y
la elegancia hasta en los pequeños detalles.
Recursos de discretos colores
magenta, lila y berenjena van marcando junto con los estampados de flores, un
acento femenino, delicado y sobrio. Pantallas en violeta oscuro con detalles de
caireles, un cuadro al tono que decora el muro sobre el sofá, almohadones
engamados al igual que la manta del sillón y un conjunto de fanales y velas que
repiten estos tonos, hacen que el blanco y negro de base que predomina en el
departamento sea solo un escenario donde estos detalles se lucen de modo
especial y adquieren protagonismo.
Además cuenta con un sector bien
definido para cada actividad básica de una vivienda y con la privacidad
necesaria. Aunque esté visualmente ligado, un muro en el centro del espacio lo
sectoriza y genera entorno a él el espacio cocina-comedor, el espacio estar y
el espacio dormitorio.
Equipado con todo lo necesario en
cuanto a lugares de guardado, botinero, perchero, aparador, biblioteca, placard,
repisas, bajomesadas y alacenas de doble altura, lo que lo convierten en un
monoambiente cómodo donde cada cosa tiene su sitio ayudando así al orden tan
necesario en este tipo de departamentos.
Fuente: esny.se
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