jueves, 12 de febrero de 2015

ELEGANTE DEPARTAMENTO EN ESTOCOLMO


Echando por tierra arraigados prejuicios sobre la integración de la cocina al espacio del estar-comedor, les acercamos este interesante ejemplo en el cual vemos, no solo que ésta comunión de los espacios es favorable y positiva, sino que además se puede lograr elevar un espacio tan doméstico como la cocina, al nivel de un elegante y sobrio estar-comedor que hasta se podría decir tiene ciertos toques propios de una galería de arte.


Es así que en casos como el de éste departamento, se gana en comunicación y  amplitud, de ese gran ambiente, dándoles a sus habitantes la posibilidad de disfrutar plenamente y en forma conjunta las actividades domésticas y sociales.
Esto aumenta la sensación de bienestar, ya que permite desarrollar paralelamente distintas acciones, pero todas ellas siempre dentro de un espacio común que al contrario de limitarlas, las potencia.


Con la premisa de unificar espacios, se termina dándole a la cocina un tratamiento acorde y al nivel del estar-comedor. La continuidad del piso de parquet de abeto en espiga hasta los muebles del bajo mesada, la utilización de carrara en la encimera y en el respaldo contra la pared, el acompañamiento de los muebles de cocina que siguen la línea de los del comedor, sin tiradores y en el mismo color blanco puro, la incorporación de obras pictóricas en todo el espacio y todo esto acentuado por una iluminación que baña el espacio de luz difusa y puntual, tanto desde el cielorraso como desde abajo de las alacenas. Todos estos criterios comunes a todos los sectores de este gran ambiente, no hacen más que elevarlo, y dotarlo de una sobria elegancia que lo distingue de cualquier comedor y cualquier cocina.


La paleta de colores empleada también fue elegida en coincidencia con ese espíritu sobrio y elegante que se buscó enfatizar con la combinación del blanco, los grises y el azul noche.
La nobleza de los materiales, la madera natural y los cortinados que bajan desde los techos, enfatizan la calidad y distinción que reina en esta propuesta.


No faltan además otras virtudes muy valoradas en una vivienda como son los espacios de guardado, que en este departamento puede decirse que abundan. Las alacenas de doble altura, y los armarios del pasillo se mimetizan con los muros pasando casi inadvertidos pero aportando un importante lugar tan necesario en toda vivienda. Igual tratamiento tiene el gran placard del dormitorio.


Fuente: alexanderwhite.se

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