La consigna de la transformación
llevada a cabo en el ático de este edificio fue, el predominio total del blanco
en contraposición con el terracota de los pisos.
Un blanco que no solo se empleó
en los muros, techos y carpintería, sino que también se aplico a la mayoría de
los muebles. Pero dejando ver en algunos maderos de la estructura de la cubierta
y en el decapado de las puertas, la madera natural, a modo de detalle que crea una
ruptura en la uniformidad cromática y dan cierto toque de calidez.
En
cuanto al terracota que aportan los ladrillos lustrosos del solado, le da peso
a la imagen y un carácter rústico que acompaña esa misma cualidad que se ve en
los muebles y las terminaciones.
Estos dos colores claves y la
forma de emplearlos, el blanco que refleja y el terracota en el piso, contribuyen
a enfatizar la amplitud y la luminosidad propia del espacio.
Fuente: nicety. livejournal
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