Con mucho acierto y equilibrio,
se logró un óptimo resultado en la ambientación de este departamento ubicado en
un antiguo edificio del 1700 en Copenhague.
Elementos con marcado acento
femenino, y otros de aire muy masculino,
van marcando constantemente ese carácter ambivalente que reina en el ambiente.
Combinación de lo claro con lo oscuro,
lo negro y lo blanco; lo natural y lo industrial, la piedra y el cemento alisado;
las superficies pulidas y brillantes y las rústicas y texturadas. Todo en
contrapunto, sin faltar también lo chic y elegante en contraposición a lo
sencillo y vernáculo.
Todo aquí se combina sin
perderse la armonía, sillas y candelabros de diseño, almohadones de piel,
luminarias industriales y otras de vanguardia, antiguos maderos y muros de
piedra originales y encimera de cemento alisado como en la isla de la cocina, o
acero y acrílico como en el baño. Parecieran elementos imposibles de ensamblar,
pero ya vemos que no siempre es así. Y finalmente la antigua estufa de hierro en
el estar y el pequeño hogar ecológico en el cuarto.
Una propuesta audaz donde todo
convive sin que nada desentone.
Fuente: madogbolig.dk
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