Con una envolvente de sobrios
muros grises y un magnífico solado de roble, este departamento perteneciente a
un edificio considerado uno de los pocos ejemplos del Art Déco de Varsovia, fue
reciclado por su actual dueño quien con muchos elementos heredados pertenecientes
a ese movimiento decorativo, lo equipó en armonía con otras piezas más cercanas
a nuestros tiempos.
Sobrio, elegante, de líneas
puras donde la geometría es la protagonista, tal como lo imponía el Art Déco,
que surge hacia el 1920 y se prolonga hasta la década del 50.
De líneas curvas que se combinan
con líneas rectas, logrando una continuidad en las formas que desarrollan
superficies lisas y brillantes, de lustrosa madera, laca, o acero inoxidable, sin
ningún tipo de ornamentación. La geometrización de las formas, las tramas de líneas
quebradas y la marcada simetría, son algunos de los caracteres del movimiento
de los años 20, que trató de rescatar el dueño de este exquisito piso.
El uso del amarillo enmarcado
por líneas negras que surcan su contorno, son un estallido de color en medio de
un interior neutro, equilibrado y luminoso, lo que nos retrotrae al fauvismo,
corriente pictórica previa al Art Déco pero que tuvo una marcada influencia en
el mismo.
El mobiliario del estar, del
comedor del cuarto y hasta del baño siguen prolijamente todos estas pautas
logrando un excelente resultado final.
Fuente:weranda.pl
No hay comentarios:
Publicar un comentario