Con una superficie de 52 m2, desarrollado en dos plantas y bañado en luz, este
departamento forma parte de una antigua casa para dos familias, Villa Piedad, construida
en 1950.
Ocupa la mitad de la planta alta
y se aprovechó la altura de la cumbrera para crear un entrepiso y optimizar el
espacio, allí se ubicó un estudio que eventualmente puede funcionar como cuarto
de huéspedes.
El fabuloso efecto de la luz
natural que invade el espacio se logró abriendo lucarnas en el techo inclinado,
éstas aparecen en el estudio, el estar, el cuarto y el baño. Es un denominador
común, al igual que el color, un blanco que amplía los espacios y multiplica la
luz.
El tercer elemento,
la madera, dando calidez a la propuesta, atenuando la neutralidad de los tonos
y aportando la belleza propia de un material natural en contraposición de las
superficies tan lisas de los paramentos y los lugares de guardado, que dicho
sea de paso, abundan, tanto como para mantener el departamento en perfecto
orden sin nada a la vista.
Fuente: berreteaga.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario