Se trabajó sobre un
espacio donde, hacia principios del S XX, funcionaba el taller de un artista.
Se lo reacondicionó para su nuevo destino, vivienda, respetando las
características propias del lugar.
Como elementos existentes más significativos, se conservaron las cerchas
metálicas de la estructura que sujeta el techo al igual que el entablonado de
madera y se renovó la cubierta de chapa de zinc previa colocación de aislación
térmica acorde a los requerimientos.
Al remover los revoques de los muros medianeros y dejar al descubierto el
ladrillo, se le aporta color y textura inimitables.
Dos paramentos
enfrentados, orientados al N y S, totalmente vidriados le garantizan una
excelente iluminación, ventilaciones cruzadas y aseguran la aislación térmica
dado que han sido utilizados paños vidriados tipo DVH.
Así planteada la envolvente que contiene el gran espacio, se le
introdujeron en su interior, placas que funcionan como tabiques, espacios de
guardado y entrepiso y que son las encargadas de definir los distintos
sectores. A esto se le suma el uso del color que le da mayor protagonismo a las
mismas. Este conjunto de elementos crea un cambio en la escala de los espacios,
genera recorridos y quiebre de las visuales, enriqueciendo la propuesta.
Se complementa con un balcón y una terraza equipados para el descanso, hacia
donde se proyecta el espacio interior.
Fuente: beriotbernardin; arquimaste.