El proyecto constaba de dos casas, una para que
habite la familia y otra de huéspedes conectadas por un área común. Los elementos se fueron combinando para crear
una inserción en el paisaje al tiempo que refleja el carácter y el patrimonio de
la isla.
Tomando como referencia los edificios agrícolas
locales que combinan las formas del techo curvo, chimeneas y revestimiento
corrugado, por medio de un idioma vernáculo, se construyó usando materiales,
paleta de colores y detalles constructivos, con que lo hacen unido a la Isla de
Tiree.
La casa está muy expuesta, sin vegetación para proporcionar refugio del
viento. El desafío del diseño,
dada la exposición a los elementos, era crear un refugio hacia todos los lados,
al tiempo que permita a la luz del sol penetrar y calentar la casa por dentro y
por fuera, mientras se utiliza la brisa para ayudar a la ventilación natural.
La sala de estar es un medio nivel por encima de
la entrada, el dormitorio principal se hundió en el paisaje, con vistas al
jardín protegido. El interior en blanco y madera clara, refleja la luz natural.
Los muebles cómodos y funcionales.
La casa de huéspedes está construida con la
piedra de la casa original, contiene dos dormitorios, un baño y una tranquila sala
de entretenimiento con una conexión directa con la zona común. Este tercer
elemento, con la sensación de un espacio cubierto al aire libre, hace de enlace
y permite la interacción de las dos casas.
Fuente: http://www.homedsgn.com
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