martes, 7 de octubre de 2014

PEQUEÑO DEPARTAMENTO CON ENTREPISO, EN GOTEBORG



Si bien se trató de la reforma de un departamento de no más de 36 m2, al optarse por una resolución que parte de un espacio único de doble altura con entrepiso, se logró como resultado una sensación de amplitud impensada, considerando que se contaba con tan poca superficie.


 Esta idea se vio favorecida por varios aspectos que se han tenido en cuenta, como las ventanas cenitales, que aportan gran luminosidad y una vista infinita, y el tratamiento de la envolvente, donde se utilizó el color blanco tanto para techos y muros, como para el solado. Solo dos elementos arquitectónicos se diferencian del resto, son las vigas de madera del techo y la baranda de hierro forjado del entrepiso. Sin embargo ambos elementos han sido unificados a través del color, que por otra parte al haberse elegido el negro se logró que se destaquen notablemente dentro de la luminosa caja blanca que los contiene.

 

Dentro de este marco se planteó un equipamiento donde se jugó con los tonos grises y los diferentes hilados de los elementos textiles. Es así que se destacan las carpetas tanto del estar como la del cuarto, la pared entelada sobre el exquisito mueble negro, los variados tejidos de los almohadones y la manta del sillón, llegando por último al detalle de la piel sintética de tapicería, que da calidez al cuarto.


Un detalle natural dentro de tanto blanco y tanto gris, el verde de las plantas acertadamente ubicadas sobre las alacenas que le dan una agradable vista desde el dormitorio.





Fuente: alvhemmakleri.se

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