Una idea innovadora la
de esta casa trineo, ubicada sobre la orilla en una playa de arena blanca de
Nueva Zelanda, tiene la particularidad de poder desplazarse, apoyada sobre dos
trineos de madera que le permite desplazarse de la primera línea de playa hacia
atrás al cambiar el paisaje por la erosión de la línea costera.
Es una cabaña
compacta y está diseñada para cerrase por completo ante las inclemencias del
tiempo. Las ventanas tienen postigos de madera que se pliegan o bajan convirtiéndola
en una caja cerrada al exterior.
Con un diseño
original en apenas 40m2 y dos niveles se desarrollan todos los ambientes, además
de tener tercer nivel que se accede por una escalera gato hacia la terraza.
Revestida en madera en su totalidad, le confiere calidez y practicidad.
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