Si la idea fue darle
personalidad a este departamento del barrio de Kungsholmen, en Estocolmo, se
puede decir que se ha logrado satisfactoriamente.
Más allá de ser un departamento
de la zona céntrica, con la cocina integrada al estar comedor y un hermoso
patio, se ha logrado hacer de esta refuncionalización, una muestra de diseño de
interiores con identidad.
Mediante el uso del color, se
logró que este departamento ubicado en un antiguo edificio que originalmente fuera
una fábrica de sombreros, sea único dentro del conjunto.
El uso del negro en la
carpintería, el equipamiento de cocina y los elementos que le dan marco al patio,
le dan una impronta que lo hace diferente. Sumado a esto, la incorporación de
otros colores a la paleta, ha sido lo suficientemente equilibrada como para no
quitarle protagonismo al color negro.
Todo se ha amalgamado con
armonía en función de la composición del espacio, tanto en el conjunto, como en
cada ambiente en particular.
Blanco, negro, madera, metales y
colores brillantes como el verde, turquesa y fucsia, hacen de este simple
departamento de tres ambientes, un exquisito inmueble con absoluta identidad.
Fuente: perjansson.se
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