La renovación llevada a cabo en
el interior de esta villa italiana, dejó intacto su exterior, conservándose su
aspecto original.
Rescataron de ella lo más significativo de su esencia, los
muros de piedra, la cubierta y el entrepiso de madera, que aún blanqueada
denota su antigüedad, y el gran espacio de doble altura.
Todo esto se capitalizó,
haciendo una profunda limpieza de su interior, dejando el espacio lo más vacío
posible, e incorporando equipamiento austero y de un diseño muy simple, para
que la luz llene este gran ambiente donde se desarrollan las actividades
públicas de la vivienda.
Comedor, cocina, estudio, se
integran en un único espacio luminoso, y sencillo donde la etérea escalera deja
como protagonista al gran muro de piedra.
Fuente: afflante
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