En medio de cuatro hectáreas de
parque en donde se crearon decenas de rincones para el descanso al aire libre,
se levanta esta rústica mansión con un interior rico en ambientes
románticamente decorados.
Con una ambientación de línea marcadamente
shabby chic, que se manifiesta tanto en la paleta de colores, el mobiliario,
como en el resto del equipamiento, se logra un clima de armonía y belleza que
invita al descanso.
La elección de los colores en su
interior, donde predomina el blanco tanto en muebles como en los textiles,
contribuye a darle luminosidad a los ambientes ya que están provistos de pequeñas
ventanas muy típicas de las casas de campo de la época.
Por el mismo motivo se adoptó el recurso de
blanquear los muros de ladrillo a la vista y el machimbrado de los techos de
madera y sus vigas de sostén. Los detalles de color, aparecen en los estampados
de delicados motivos florales o de discretos cuadros y en otros de colores lisos,
pero siempre en tonos pastel.
Fuente: loverlij.be
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