Si bien la calma y la
tranquilidad de las que se puede disfrutar en este departamento son dos
importantes cualidades que lo caracterizan, más aún teniendo en cuenta que el
mismo se encuentra en pleno Nueva York, son otra dos las características que lo
hacen diferente, se trata del color y las tramas, que adquieren en este
interior, un papel protagónico.
En un ambiente lleno de luz,
armonía cromática basada en el uso de colores neutros, y un verde que llena de
frescura y calma el interior, se destaca la presencia de elementos que resultan
relevantes más que por su diseño, por su color. Es así que aparecen como
protagonistas, el rojo brillante y el naranja intenso de los sillones que se
repiten en los cuadros, a los que se le suma la combinación con azules, lila y amarillo
de la alfombra, colores que también aparecen en los almohadones del sofá en
lila y azul, en el elemento decorativo tridimensional de la cocina y en las
banquetas de color obispo.
El departamento cuenta con un
cómodo patio que lo transforma en un oasis en medio de la gran ciudad y también
en él podemos ver cómo el uso del color y de las tramas se continúa desde el
interior, integrando el espacio abierto a la sala de estar, haciendo de ambos
casi un mismo ambiente, al menos desde el punto de vista de su ambientación ya
que se ha empleado el mismo criterio. Verde, azules y tramas se combinan para
dar por resultado un agradable espacio donde descansar y disfrutar del sol y el
cielo, que tanto deseamos ver en las grandes ciudades.
El mismo criterio se aplicó
también en los cuartos, donde los colores y las interesantes tramas de las
alfombras le dan al espacio esa identidad propia de aquellos lugares en los que
se ha pensado en cada detalle para hacerlos únicos y diferentes. Con el buen
uso del color, se puede lograrlo.
Fuente: arentpyke
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