Hoy un poco de arquitectura para
el esparcimiento, visitando un encantador hotel. Ubicado en las colinas de Cotswold,
al sudoeste de Inglaterra, en el pueblo de Castle Combe, considerado el pueblo más
bonito del país, que pertenece al S XII, y tiene como particularidad que se
conserva casi inalterable, sin elementos contemporáneos, lo que da por
resultado un paisaje urbano difícil de encontrar.
Aquí no hay alumbrado público,
las calles carecen de postes para cableado y de antenas. Con un río que lo atraviesa
y suma al paisaje urbano un puente que nos remonta a la edad Media, época en la
que se ve favorecido este pueblo por la producción de lana e hilado de telas
muy valoradas en Londres.
Aunque sumamente pequeño, emplazado
en un valle de suaves colinas cubiertas de bosque, con calles de muy corto recorrido,
angostas y curvas, el lugar tiene un gran valor patrimonial. Es aún, una muestra
casi intacta de lo que fueron los pueblitos medievales de la campiña. Con una imagen
conservada en cuanto al estilo y a los materiales propios del lugar.
Particularmente el hotel,
responde a todas estas características comunes a todo el pueblo, piedra caliza,
madera oscura y techos inclinados de tejas planas cubriendo viviendas de no más
de dos niveles.
Un interior íntimo y acogedor,
en donde los materiales se repiten como en el exterior, madera, piedra,
pequeñas ventanas de vidrio repartido, un gran hogar revestido en cobre,
estructura con puntales y vigas madereras a la vista y un equipamiento de exquisito
gusto, que acompaña con colores y texturas en equilibrio y armonía, logrando
crear un clima de serenidad y paz que nos transporta a otro tiempo.
Una muestra de arquitectura
urbana y privada, respetada y correctamente conservada, digna de conocer.
Fuente: castle-inn.info
No hay comentarios:
Publicar un comentario