Esta vivienda de Extremadura, España, goza de
una serie de atributos que la hacen más que interesante. Enclavada en un
entorno campestre, silvestre y natural, que obligó a hacer uso de energías
renovables para solucionar el problema de falta de energía eléctrica.
He aquí una de las primeras virtudes de esta
casa, es energéticamente sostenible, gracias a los paneles solares que
funcionan en verano y las turbinas que aprovechan el cauce de dos arroyos,
durante el resto del año.
Otra de las cualidades es el respeto por el
entorno. Se han sabido capitalizar las maravillosas vistas, sin alterar la fisonomía
natural de los espacios verdes que la rodean. Y por otro lado, se aprovechó un
curso de agua natural para convertirla en la protagonista del proyecto, integrándola
a los espacios. La presencia del agua y su movimiento constante le aportan
frescura y energía al interior.
Un último concepto para destacar es la valorización,
recuperación y transformación del edificio original, un antiguo granero, obteniendo
un excelente resultado al combinar materiales originales como la piedra con otros
que se incorporaron como hormigón, cemento alisado, y acero.
Fuente: abaton.es