En la aldea de Lourmarin, se encuentra esta casa de campo “Galinier
Bastide”, del siglo XVIII, que ha sido restaurada por sus actuales dueños.
La casa de estilo provenzal, está rodeada de tres hectáreas de frondoso
parque, que con su vegetación invade el patio, transformándolo en una fresca y confortable
expansión.
.
Sillas azules y rojas son el toque de color del comedor. Éste está
directamente comunicado con la cocina que fue equipada con muebles de líneas
modernas, pero que conserva su antigua chimenea muy bien acompañada por la
cerámica esmaltada de la pared.
En una casa donde todo su interior es cromáticamente
uniforme, aparece la escalera decorada con jarros de cerámica dando un toque de
color, además se destacan por su textura brillante en contraposición a la
terminación rústica de los muros.
Típicamente francés, las habitaciones incorporan baños, muebles
antiguos y paneles de madera, que nos hacen retrotraer en el tiempo.
.
.
Fuente: houses-dressing
