Esta implantación le permite tener vistas sobre el Océano Pacífico y perderse en la copa de los árboles, ya que en algunos lugares supera
los 5m de altura.
Se adapta fácilmente al clima cambiante de Costa Rica, desde
un lluvioso y húmedo octubre, hasta un seco y polvoriento marzo.
Se diseñó para que filtre el sol y el viento, mediante recursos arquitectónicos y materiales locales, se buscó la sustentabilidad. El techo se elevó para permitir iluminación y se crean corrientes de aire, que favorecen la climatización.
Con grandes aberturas
hacia la terraza, se abren los espacios interiores, marcando una continuidad
entre el afuera y adentro de la casa.
Los paneles
de teca que forman los cerramientos, en su interior tienen cedazo para permitirle
respirar a la casa a través de sus paredes y dejar los insectos afuera.
Construida
en un sistema modular de 5x5 metros, con un sistema prefabricado de cerchas y
tensores.
Fuente: arkinetia.com