Construido en 1930 en el barrio de Eixample en Barcelona, luego de
varios usos a través de los años este edificio industrial, se convirtió en un loft.
El diseño industrial y materiales simples pero en muy malas condiciones
como las vigas de madera, ventanas destruidas y grandes problemas
estructurales, dieron lugar luego de la restauración a un moderno espacio, cálido
y acogedor, donde se tiene en cuenta el aislamiento y la iluminación natural.
Se pelaron a fondo los revoques dejando los ladrillos a la vista, se levantaron
los pisos totalmente y se dejaron las instalaciones a la vista.
Distribuida en dos grandes plantas rectangulares, se capta la luz
natural por los patios ubicados en sus extremos y por las claraboyas
adicionales en el techo en coincidencia con las del piso para llevar abundante iluminación
a la planta inferior.
Se accede por un vestíbulo a un gran espacio único, donde seis columnas
contribuyen a su sectorización, para crear los espacios de
cocina-comedor-sala-despacho.
Al bajar se llega a un estar intimo.
El área privada de los dormitorios y baños se encuentra en la planta semienterrada
y por medio de unas claraboyas se aumento
la iluminación.
Fuente: Minim.es