La reforma llevada a cabo en esta propiedad de 1910, arroja como resultado
un departamento de generosas dimensiones y buen gusto.
La nobleza de los materiales y la recuperación de elementos existentes
como los tirantes de madera del techo y la carpintería, le dan al conjunto,
elegancia y distinción.
El criterio integrador con que se encaró la reforma, hace que el espacio
fluya desde el acceso hacia el interior de la vivienda y nos invita a ser
recorrido. Esta idea se materializó a partir de la eliminación de tabiques interiores,
que no hacían más que compartimentar y reducir el espacio.
Se logró un estar muy amplio en el cual se pudieron organizar dos living, separados
por el hogar.
El espacio se continúa con la cocina, muy bien equipada y con desayunador,
desde donde se articula el comedor, con un espléndido bow window que capitaliza
las visuales y potencia la iluminación natural.
Llegando finalmente a un sector más privado, donde una elegante caja de
escalera nos comunica con el nivel inferior en el que se encuentra el
dormitorio en suite, con terraza.
Fuente: booli.se
