UNA ALTERNATIVA
QUE GARANTIZA LA
SUPERVIVENCIA DEL ENTORNO NATURAL
En una zona
de veraneo de la costa Argentina a orillas del mar, esta casa fue implantada en
un entorno privilegiado y agreste de bosque de coníferas.
Es un
microclima marino donde los fuertes vientos se ven atenuados debajo de los
pinos y la sombra constante protege del
calor en verano, pero aumenta la humedad en invierno.
Teniendo en
cuenta estas premisas los Arquitectos crearon una Arquitectura de mínimos
recursos tanto materiales como formales.
Ante la
necesidad de captar la luz y favorecer las visuales se diseñaron grandes
ventanales para tener vistas de todo el entorno.
Para que sea
una obra de rápida ejecución y de fácil mantenimiento se uso el hormigón a la
vista tanto en la estructura como en el mobiliario, lo que fue posible gracias
a una de las virtudes de este material, su plasticidad. Así se logró también un
bajo costo.
Se funde con
el paisaje al no crearse límites arquitectónicos. No se interrumpe el bosque de
coníferas.
Fuente: Arquimaster