Ubicada en
el barrio de San Telmo, se construyó en el año 1910. Tuvo varias modificaciones. El
dueño actual retomó el estilo original de la construcción.
Se unificó el exterior con un mismo color, se restituyeron persianas y mármoles.
Guarda la
disposición original de las casas “chorizo” con un hall de entrada, living,
comedor y habitaciones, mirando a un patio central, desde el cual se accede a la cocina y el baño, y sobre éstos, la habitación de servicio subiendo una escalera, en éste caso, de mármol.
En la
reconstrucción se mantuvieron los pisos de pinotea en el living y comedor.
Los ambientes ganan identidad a través
de los colores, ya que cada uno de ellos está pintado de un color diferente.
Las puertas
y ventanas originalmente barnizadas, se pintaron de blanco para realzar su diseño y acentuar el contraste con los muros. Se conservaron
las baldosas calcáreas típicas de los patios.
La cocina
tiene un revestimiento de madera pintada, que marca un ritmo, y que combinado con el
blanco de los muebles, le da frescura.
En los
dormitorios y el baño, el cielorraso es de madera machimbrada pintada de
blanco. Cuando en otros sectores como living y cocina se mantuvo el techo
original de bovedillas de ladrillones a la vista.
La casa
tiene varias escaleras, una de ellas en caracol conduce a un escritorio,
mientras que otra lleva a la terraza.
La terraza
ofrece una zona de descanso y sombra, donde los accesorios reciclados y las
plantas son los protagonistas, creando el clima propicio para disfrutar esta expansión.
Fuente:
espacioliving.com