La casa de piedra construida en el siglo 19, está situado
en Plascassier, cerca de Cannes, en el sur de Francia, con una fachada invadida
por lavandas, buganvillas y otras especies, donde la cantante francesa Edith
Piaf solía relajarse gracias a hermosos arboles como robles, olivos y árboles
frutales que guían un recorrido por el jardín y son el marco de fondo de la
pileta.
En el interior, un denominador común une y le da carácter
a la casa, vigas rusticas de madera en los techos, paredes de piedra y suelos
de gres. Desde la entrada hasta la cocina los ambientes van fluyendo a través
de puertas acristaladas con vidrio repartido.
Los cerramientos con ventanas de abrir con vidrio
repartido, arco de medio punto y postigos de madera, además de permitir una muy
buena iluminación natural, acentúa la calidez de la casa, y el hecho de verse su
sombra dibujada sobre sus solados crea un ritmo y remarca su diseño, en el
comedor de doble altura con un entrepiso un tragaluz sobre el techo acentúa la
luminosidad.
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