En Suecia, cerca de Estocolmo, en una zona de
mucho verde y lagos, se levanta esta casa del año 1.909, que guarda todo su
encanto como el primer día.
Tan particular como este bow window, así es
toda la casa.
De ambientes amplios y luminosos, en donde el sol se filtra
por los grandes ventanales.
La intencional utilización del blanco, acentúa
esta particularidad.
El color vivo e intenso, se usó solo a modo de
detalle, poniendo especial cuidado en la combinación con los tonos pastel.
El sector de la cocina y el comedor diario, es
donde se puso mayor énfasis por captar las vistas del parque y la luz natural.
La casa está orientada de modo tal que los
ambientes estén bien soleados. También cuenta con espacios apropiados (cerrados
y abiertos) para aprovechar el sol, tan escaso en estas latitudes.
Con igual criterio se ambienta la zona íntima
de la casa en la planta alta, donde se alojan los cuartos y los servicios.
Excelentemente mantenida, luce como nueva hasta
en los pequeños detalles.
Además de armonía y confort, la casa cuenta con
un espacio para cada actividad familiar, lo que la hace funcional.
Esto también se ve en los exteriores, donde se
pensó en tener un lugar para estar y su equipamiento adecuado.