No suele ser fácil llegar a buen fin cuando el estilo elegido para una
ambientación ha sido seguir la corriente vintage y más aún si se optó por crear
un espacio ecléctico.
En este caso la tendencia claramente vintage ha tomado como idea de
soporte, utilizar un denominador común, un hilo conductor que va ligando y
dando unidad al conjunto y ha sido en este caso el empleo de tres colores muy
suaves que en sus tonos pastel le dan armonía y calidez al ambiente.
Estos tres colores pastel, gris, celeste y rosa, se van haciendo presentes
en distintos elementos como por ejemplo la carpintería, los zócalos, el
mobiliario como las sillas, el espejo, y variados objetos de ornamentación o de
uso doméstico, incluyendo otros de marcada presencia como la heladera de diseño
retro en celeste pastel.
Así, lo auténticamente vintage, que muchas veces resulta difícil o
peligroso de amalgamar, se ve naturalmente combinado entre sí ya que la paleta
de colores logra que la composición resulte armónica y no una simple sumatoria
de elementos disociados entre sí.
Las rústicas y vetustas alacenas, los pisos de mosaico calcáreo de otro
tiempo, el aparador y el antiguo hogar con piezas cerámicas originales, fueron
acertadamente integrados a otros elementos netamente contemporáneos, sin crear
distorsiones visuales que atenten contra la imagen buscada.
Fuente: apartmenttherapy.com
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