Casi una escultura de granito, acero, agua y luz, así se puede describir
esta espectacular casa, obra del arquitecto Nico Van Der Meulen, construida en
Midrand, Sudafrica.
Concebida a partir de una
equilibrada composición de volúmenes puros, placas que particionan y a la vez
unen y por último barras de acero puestas al azar tomadas de la escultura que ornamenta
el jardín de acceso y que se repite en todo su perímetro formando una trama envolvente
que aligera visualmente el peso de los volúmenes.
Esta composición se completa
con la aplicación de colores neutros en un juego binario que solo se interrumpe
con la aparición del agua y la luz.
Así planteada, la casa va
delimitando espacios que se terminan de cerrar con cristal para lograr una
continuidad espacial que permite abarcar con una sola mirada toda la casa y
desde todos los rincones.
Interior y exterior se funden
en un marco de blancos y negros, de brillos y luz de superficies pulidas y
rugosas.
Fuente: krusto.ru