Esta es, sin duda, una casa totalmente volcada al mar, de ahí que su dueño
diga:”tenemos un mar en el fondo de nuestro jardín”. Ubicada en Camber Sands,
las playas del poblado de Camber separadas de la aldea por un sistema de dunas,
en East Sussex, Inglaterra.
James Robson, el
arquitecto responsable, pensó en un principio en una casa de línea Hampton,
pero su carácter de weatherborard, era demasiado tradicional y no le permitía
abrirse hacia el entorno marino como la propuesta por la que se decidió.
Para captar mejor las panorámicas vistas de la playa, trabajó sobre un
volumen quebrado, a modo de letra “V”, que encierra en su ángulo, las expansiones
para protegerlas de los vientos marinos, y se les colocaron barandas de cristal
para no cortar las visuales.
Remata con una azotea en la que se encuentra el estudio.
Lo más interesante se encuentra en la fachada que da al mar, desde allí las
vistas son completamente caladas, con grandes superficies vidriadas y con
terrazas en cada uno de los tres niveles de la casa, los que se comunican por
dos escaleras caracol, una interna y otra externa.
Se accede por el nivel inferior, y se sube a la planta superior donde se
ubica el estar-comedor y la cocina, todo en un espacio único, y con otro
comedor exterior en la terraza, y en el otro volumen apartado, el cuarto
principal.
Sí tomó del estilo Hampton, el uso de los colores azules, en todos sus tonos,
cortado con toques de rojo, como muestran todas las imágenes interiores.
Bajando, en la parte central, una terraza cubierta bien equipada como para
disfrutar desde allí la excelente vista en las temporadas frías, pero con
salida a un deck y más apartados, en los extremos de la “V”, los otros cuartos.
Desde el deck se puede bajar al jardín, diseñado con gramíneas de la
región que requieren poco cuidado, y de allí a la playa. Pero antes, el sector del
fuego rodeado con asientos y hundido para darle mayor privacidad.
Fuente: hmy.uk.com