En una callecita
cortada de Buenos Aires, cercana a las vías del ferrocarril, encontramos este
edifico donde todos los departamentos son distintos, se buscó privilegiar la
particularidad más que la repetición.
La fachada del
edificio se encuentra totalmente cubierta por un jardín vertical, que aísla térmicamente
y visualmente además de mejorar la calidad de vida, permitiendo un mayor contacto con
la vegetación y disfrutar de los colores y perfumes, ya que se plantaron
especies como jazmines, en todas sus variedades. Para garantizar el mantenimiento se diseñó una red de
riego por goteo que recorre la fachada y el jardín.
En la planta baja se
encuentra el estacionamiento que unido al patio genera espacios, donde los
chicos puede andar en bicicleta y patines. El ascensor se ve a través de unas
ventanas circulares desde el estacionamiento.
Uno de los
departamentos está desarrollado en dos plantas, con mucha luz y una gran
terraza. Un gran espacio donde se va desarrollando el living, comedor y cocina,
que tiene como expansión una terraza ajardinada. Techo de hormigón a la vista y madera, son los materiales
predominantes, como en todo el edificio.
En la planta
superior se encuentran los dormitorios y baños, que buscando la flexibilidad, hacen uso de paneles de madera para separar espacios. Como la cabecera de la
cama que separa el cuarto del vestidor y los dormitorios de los hijos, donde por medio de estos
paneles corredizos se los puede separar si se necesita.
En el departamento tipo
monoambiente, los espacios y la iluminación son su principal ventaja. Pisos de
cemento alisado, muchas ventanas y una cocina totalmente integrada al espacio
con varios lugares de guardado, es lo que hace a este departamento por sobre
todo, cómodo y funcional.
Fuente: espacioliving.com.