En un barrio residencial de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina, se levanta esta casa, proyecto del
arquitecto Pinto da Mota, que poco muestra de sí hacia la calle, más bien se va
descubriendo su riqueza formal y funcional, a medida que vamos ingresando.
De
volúmenes puros y líneas simples, se organiza espacialmente entorno a un patio central,
que más que un patio tradicional pensado como expansión, es un patio que se
convierte en una auténtica caja de luz natural desde donde se iluminan los
ambientes.
A su vez, este patio de luz,
funciona como un volumen dentro del volumen de la vivienda, interconectando entre
sí a los distintos niveles. Ésta comunicación visual que se entabla a través
del patio, también se repite desde todos los ángulos de la casa, logrando continuidad
visual entre la casa y el jardín posterior y pulmón de manzana, al que se llega
mediante cómodas escaleras que salvan las diferencias de nivel.
Se
buscó una franca conexión entre áreas públicas y privadas, lo que se materializó
con el empleo de losas sin vigas, que amplían los vanos y las grandes
superficies vidriadas que le otorgan transparencia al conjunto. Por eso, las
barandas, en su totalidad, fueron materializadas con cristal para evitar
obstáculos visuales y en cuanto a las escaleras, se las diseñó lo más etéreas y
desprovistas posible.
Toda la casa es un gran
volumen de hormigón y cristal, sutilmente velado cuando se cierran las tramas
de enrejado de acero que completan la forma pura, dejando en su interior los
espacios semicubiertos.
Fuente: nicolaspintodamota.com