Lo que antiguamente
era una cabaña con ahumadero, en el pueblo pesquero de Baskemölla hoy ciudad turística,
se ha convertido en casa de veraneo.
La cabaña es la
actual casa de verano de la familia y el ahumadero una especie de spa y ocasionalmente,
habitación de huéspedes.
A estas dos
construcciones, las une un encantador jardín al que en un futuro se le agregará
una terraza con pérgola a la salida del estar.
La principal
modificación surge de la idea de tener un gran espacio único donde se compartan
todas las tareas sociales. Para eso se optó por derribar los muros divisorios
de cuatro ambientes de la planta baja y se logró un gran estar-comedor-cocina
rodeado por ventanas que lo conectan visual y físicamente con el jardín y desde
donde se llena de luz.
Otra de las
premisas, fue iluminar al máximo de su potencial los cuartos de la planta alta.
Para esto se desmontó la antigua cubierta y se construyó otra 70cm más elevada,
lo que le dio más aire a los cuartos y además permitió ubicar ventanas en el
techo inclinado para captar las vistas del mar, e inundar de luz las
habitaciones.
Estas ideas se acompañaron,
para su materialización, de la utilización de toques de colores vivos, como el
verde y azul claro, y detalles de madera y acero, sobre una base de blanco
antiguo que cubre todo el interior.
Fuente:
husohem