Enclavada en las acantiladas costas de Jalisco, esta residencia ha
sido concebida en función del paisaje marino. Solo una inmensa pasión por el
mar, puede inspirar este proyecto. Planteada en cuatro niveles que no se
advierten desde la calle de acceso, ya que la casa se desarrolla tomándose al
terreno que va en barranca hacia el mar.
A medida que atravesamos el acceso, casi como por sorpresa descubrimos
la gran vista del Pacífico, que atrae todas las visuales, la casa se organiza
para poder disfrutar desde cualquier punto ese mar azul profundo.
Sobre un blanco inmaculado, madera y cristal, con un toque de piedra
del lugar, se combinan estos materiales, para darle marco al espacio creado
como el sitio desde el cual disfrutar la inmensidad del paisaje.
Terrazas, áreas de estar y hasta los baños, se transformaron en
cubículos transparentes gracias a las amplias aberturas acristaladas y las
barandas, que el arquitecto Elías Rizo proyectó en busca de la belleza natural
del entorno.
Fuente: jovarq.com