En este pequeño departamento de
un ambiente, en forma de “L” se resolvió acertadamente, el desafío de
ambientarlo dotándolo de distintos sectores que responden a las tareas básicas a
desarrollar en una vivienda.
Así es que valiéndose de distintos
recursos, se diferenciaron el área de dormir, estar, comer y cocinar, y esto se
logró pese a tratarse de un único espacio integrado, el que además está
invadido de luz natural, lo que se enfatiza por el uso del color, blanco y
pasteles.
Cada sector es independiente de
los demás, pero sin embargo están francamente conectados visual y
espacialmente.
El dormitorio se separó del
estar mediante una puerta corrediza que se desliza detrás del sofá.
El estar, cálido y confortable, es
ideal para el descanso, las pequeñas reuniones de amigos y la lectura, para lo
cual está equipado, además del sofá y la butaca, con una amplia biblioteca. Separando
este espacio de la cocina, una mampara de cristal fijo que permite las visuales
y la iluminación, junto a ésta la mesa de comedor y finalmente la cocina, con
toques de acero que le dan una imagen impecable.
Fuente: casahaus