martes, 27 de agosto de 2013

CASA DE CAMPO EN FILADELFIA


En un marco rural, se reconstruyó esta finca ubicada en Filadelfia, Pensilvania, que data de principios del 1.800.


De línea rústica, su morfología está conformada por grandes volúmenes de piedra, la que se ha ido calando para reemplazar este material por paños de vidrio.

 

Si bien es un cambio que no altera su fisonomía original, le da una imagen un poco más liviana, descomprime los espacios interiores y los proyecta hacia el exterior. La relación interior exterior, originalmente inexistente, le aporta mayor espacialidad y luminosidad, dotando a los ambientes de la posibilidad de disfrutar de su entorno verde.


Se conservaron los elementos estructurales originales. Antiguos maderos que fueron cepillados y restaurados para pasar a ser protagonistas del espacio interior, junto con los antiguos muros de piedra y en algunos lugares de ladrillo.


Madera en pisos, vigas, cabreadas y dinteles; piedra en muros y solados; y antiguos ladrillos; se combinan con el cristal, la luz y las vistas de un entorno verde vibrante que por momentos entra en el espacio.


Otro elemento que combina armoniosamente con la propuesta es la escalera, que se prolonga en un puente que atraviesa un espacio de doble altura. Su baranda de exquisito diseño orgánico con motivos de ramas y hojas da frescura y con sus líneas curvas, equilibra la rigidez propia de la piedra.


Fuente: onekindesign.com

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