Tres características son las que le dan identidad a este departamento que el estudio Ourico diseñó en Copacabana: las vistas, el color y los sorpresivos cambios.
Aprovechando la ubicación junto
al mar, se trabajó el espacio incorporando las vistas como si fueran cuadros de
paisajes marinos. Si bien el entorno marino está presente, no hay una
proximidad que permita mayor relación entre el espacio interior y el exterior,
sin embargo el tratamiento casi pictórico del paisaje hace que tenga una gran
participación dentro del diseño.
Otra de las características es
el estudiado uso del color. Se denota en los detalles de colores brillantes
como el azul, rojo y violeta que con toda intencionalidad se destacan dentro de
un ambiente predominantemente neutro.
Y finalmente, la gran cuota de
sorpresa que le aporta al espacio el interesante juego que los arquitectos
crean mediante el uso de placas que a modo de pantallas se corren o giran para
descubrir u ocultar espacios y ambientes. Esto los hace flexibles, y
funcionales a la vez que les permite fusionarse de tal manera que el espacio se
prolonga y fluye de un ambiente al otro. Se conectan o aíslan con un simple
movimiento.
Fuente: ourico.com.br
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