Este departamento en Suecia, al
que se lo reformó integrando la cocina al estar, es un buen ejemplo donde la
integración es total, sin embargo la sectorización es perfecta.
Cada espacio conserva bien
definida su identidad, el estar tiene todas las características propias de ese
tipo de ambientes y lo mismo ocurre en la cocina a la que no le falta nada para
ser cómoda y funcional, hasta tiene una pequeña mesada junto a la ventana que bien se puede usar para
tomar un café mirando por la ventana.
El nexo que vincula ambos
espacios es una amplia isla enmarcada en un pórtico enfatizado por las luces
que definen el límite entre estar y cocina. A esto lo acompaña un cambio en el
solado, que aunque continúa con el mismo material (madera) el cambio en su
disposición genera un tipo de trama diferente, muy notable en la imagen.
Fuente: stadshem.se
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