viernes, 12 de abril de 2013

NUEVOS AIRES PARA UNA CABAÑA DE 1890


Rodeada por bosque, esta cabaña de fines del siglo XIX, fue adquirida por nuevos propietarios que comprendieron que su principal valor estaba en su marcado acento de “cabaña nórdica de la época de sus bisabuelos”.
De ahí que se tomara la decisión de recuperar ese aire, apacible y sereno que le conferían los materiales originales, con sus texturas y formas.


Se respetó el modo de ambientar de aquella época pero se refrescó con nuevos aires y se inundó de luz. Todo esto como resultado de los diseños textiles, los colores de los muros y de los pisos, y los nuevos tonos del mobiliario.


Así, bañada de luz, esta cabaña luce tan encantadora como al principio, pero más alegre y acogedora que entonces.


Fuente: dagbladet.no